En época de crisis, la mejor inversión es la risa. Así lo pensó Alfonso De la Pola a la hora de apuntarse a su última aventura circense, en donde intentan romper de una manera tajante con la imagen de las grandes carpas y los animales domesticados. «A este mundo no ha llegado con gran énfasis la crisis. La gente prefiere gastar el dinero en algo que le proporcione risas», explica el malagueño, quien comienza en Estepona la aventura del Circo Mediterráneo y estarán hasta el día 17 en el parque de los Niños.
La intención de De la Pola es huir de las grandes carpas y de los descampados. «Nosotros hemos comprado una carpa pequeña y hemos acercado al público el espectáculo. Al estar más cerca lo viven más. Nuestra intención es situar la carpa en parques, como es el caso de Estepona, para integrarlo en la ciudad. Además, otro factor que nos distingue es que no usamos animales y el público puede estar más cerca», afirma el circense.
Este último punto no es del todo exacto. De la Pola admite que su perro Michael si hace un número con él, en el que canta y hace como si hablara. Pero el artista trata a su mascota como si de un humano se tratara. El emprendedor malagueño explica que en la creación de su espectáculo, quisieron diferenciarse del circo común en su estructura. «Mientras la secuencia clásica suele ser una sucesión de números y un presentador en medio, nosotros nos centramos en el humor, sin dejar de lado las habilidades de los artistas, pero todo dentro de la historia de nuestro conductor», explica De la Pola.El circense admite que el mundo de este tipo de espectáculo está girando a actuaciones como 'The Hole' o 'El circo de los horrores', pero ellos apuestan por llegar a a todos los públicos. «Es cierto que este tipo de espectáculos no necesitan animales ni figuras televisivas para llamar la atención. Nosotros actuamos para niños y mayores, teniendo en cuenta que los pequeños también tienen opinión propia. El circo de los horrores tiene un 60 por ciento de contenido circense, The Hole puede tener un 30 por ciento, y nosotros buscamos el cien por cien», afirma De Pola.Huida de lo clásico
Con veinte años de experiencia en el circo, el malagueño intenta evitar las etiquetas sobre este nuevo espectáculo. Según explica, es lo contrario a lo clásico, pero tampoco es contemporáneo. «Somos solo circo», afirma. Pero la reinvención por la que apuesta es una vuelta completa a los orígenes, solo centrados en el artista.
Malabarismos, acrobacias y buen humor es la apuesta de De la Pela, que busca desde lo pequeño, llevar un nuevo concepto de circo por todos los rincones geográficos. Ya tiene cerrado actuaciones en Badajoz y después, irán donde diga la carpa.
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