Todavía quedan plazas en los cursos organizados por Bataclown para Abril y Mayo de 2012 en Francia:
"Payaso 3" de 14 hasta 19 abril 2012 en Midi-Pyrénées
"Payaso 2" de 22 a 27 abril, 2012 en París
"Payaso 2 y voz" abril 28 al 3 de Mayo 3, 2012 en la región de Gard
"Payaso 2 y danza singular" del 7-12 mayo, 2012 en Midi-Pyrénées
Contacto. 05.62.62.46.78 Fabienne
Bataclown y su plan de estudios lleva dos tipos de prácticas: la creación y la intervención social. Desde 1982, Bataclown tiene cerca de Toulouse un centro de formación dedicado al payaso que ofrece una formación progresiva en la región de Gers y otras comunidades, así como en el extranjero (Alemania, Inglaterra, Bélgica, España, Quebec, Suiza, EE.UU. ...).
Bataclown tiene el principio fundador de la síntesis en la formación teatral "La búsqueda del propio clown", lanzada por Jacques Lecoq en los años 1970 y el actual desarrollo de la actual síntesis personal bajo el nombre "El descubrimiento del propio clown." Se trata de un Título I de las bases del payaso y el juego, un título II, relativo a la enseñanza de la animación y un título III que establece que las normas de conducta profesional.
Título I: Los principios del payaso y el juego
Artículo 1: el personaje de payaso
El payaso es un personaje de ficción. Es emocional, capaz de vivir unagama completa de emociones y sus mezclas. Es peculiar, ingenioso, en contacto con el suelo mientras se desliza en la imaginación, manteniendo un tipo particular de drama. Él está siempre en relación con el público y la empatía con el mundo. A veces es cruel, pero no vicioso, subversivo (no por voluntad, si no por la naturaleza profunda), pero sin juzgar a los demás o al mundo. Es esta rica y única expresión personal. Esta riqueza se puede ver en las diversas situaciones que pueden levantar y que no se limitan al deseo de derribar al otro en una trampa. Al mismo tiempo que se dedica a las intrigas. Al ver el payaso en directo, vemos la evidencia, sin ser complaciente ni engañar por lo que representa. El payaso es cuando vive y muere en cualquier momento de la escena. Su corta vida es una prueba existencial para él. Siempre se aprende algo esencial de él, de nosotros y del mundo. Estas características genéricas de carácter, son un marco general en el que cada actor-clown teje su carácter único.
Sección 2: Respetar el mito.
El payaso es un mito a seguir: el personaje viene de otra parte y regresa. No es un misterio la presencia de payasos el mundo. No vemos al actor que está detrás de la máscara de la nariz roja. El payaso no siempre está ahí con el expreso propósito de conocer a un público. Este registro puede ser una de las experiencias que pueden vivir, pero no necesariamente es la primordial. Durante la improvisación del actor, el público asiste a una situación de la vida del payaso que existió antes de entrar en la habitación y existirá después. Por último, el payaso no se utiliza para expresar los estados de ánimo de primer grado de la persona (que luego se manipula): expresión de la persona come, sino que toma el camino de la adaptación teatral, y el símbolo de la aparición de lo inesperado de existir.
Título II: la Pedagogía del Bataclown
Artículo 3: el trabajo de expresión del actor
El principio básico se centra en la expresión personal del actor, y el trabajo personal e individual de descubrir su payaso. En la tradición de la C. Rogers Stanislavsky decimos que todo el mundo en sí tiene todos los recursos necesarios para desarrollar su personaje en simbiosis con su evolución íntima y personal. El payaso facilitada, en estas condiciones. No dirige el actor en una determinada dirección, lo que vendría de una habilidad como director, pero lo acompaña en los descubrimientos que le pertenecen. Por lo tanto, los recursos emocionales, de expresividad y la imaginación de la persona es un bien precioso que debe ser preservado y desarrollado para alimentar al actor y dar vida a personajes únicos. En última instancia, todas las personas tienen que descubrir su payaso, y no sólo aquellos que son mejores o más rápidos que otros. Para encontrarlo, se necesita tiempo. Eso significa: aceptar sorpresas, soluciones alternativas, las paradas, los eclipses, las rupturas. La confianza del payaso en el proceso, permite a la gente expresar todo su potencial, dentro de los límites de lo que quieren y pueden expresar en un momento dado.
Artículo 4: el rigor y la expresión artística
Aunque el concepto de expresión artística supone un acompañamiento adaptado a la persona,, esto no excluye, ni mucho menos, el rigor de un ambiente de trabajo propicio para la expresión personal. Este último, a la vez seguro, cuidando y exigiendo que se construye y consolida con obstinación. Se trata de estimular el juego creativo del actor, al tiempo que permite tiempo para asimilar, y combinar la precisión de trabajo de la etapa para atender a la expresión y desarrollo personal. Así, la diversidad de caracteres como la autenticidad de las personas pueden estar protegidos y desarrollados.
Artículo 5: la salvaguardia de la obra de teatro
Para nosotros, el trabajo del payaso es principalmente una actividad de expresión teatral. La improvisación debe ser leída principalmente como una creación artística en sí. La improvisación es una especie de objetividad que es esencial para el público y por lo tanto para el actor: es dejarse llevar ante el anfitrión y el público. Uno se pregunta sobre lo que el personaje siente y muestra. Este minucioso trabajo con el actor no debe confundirse con sus efectos sobre la persona que da vida al payaso. El desarrollo personal viene por otra parte, precisamente porque no es un objetivo primordial.
Artículo 6: lectura escénica.
Hay que resaltar la importancia de la etapa de lectura. Sin embargo, es segunda (no secundaria). Este objetivo técnico no es empujar al jugador a pasar antes de que la autenticidad de lo que expresa.
El facilitador debe asegurarse de que no proporciona asesoramiento y orientación técnica y observar sus efectos.
Artículo 7: El observador.
El facilitador no dirige el juego del actor, sino que lo acompaña. Es la expresión del actor la que da vida a su payaso. En la improvisación, el único proyecto del docente es ayudar a las personas a descubrir su payaso. Es el actor el que tiene las llaves del juego y el profesor estraá allí para ayudarle a descubrir. La intervención del facilitador en el curso tendrá una actitud de escucha y observación benevolente, en silencio, informando, preguntando y dando instrucciones. Se garantiza un equilibrio entre estos diferentes registros. En cualquier caso, él sabe que nunca la frase se desprende de la mera exhortación. La clave está en crear las condiciones necesarias para la aparición del término en un clima de confianza y respeto. El facilitador anima a los jugadores a una actitud reflexiva hacia su trabajo, lo que implica momentos de discurso: los "retornos". Estos momentos no se centran en una evaluación y no son para prestar asesoramiento técnico. El "retorno" es, esencialmente, para aclarar lo que ha sido para el actor o actores, desde la identificación de imágenes, sensaciones, emociones, deseos, límites, prohibiciones y defensas experimentado durante el juego Sobre esta base, el anfitrión se encarga de informarse, haciendo preguntas, antes de dar su opinión. El "retorno" gira en torno a la identificación de los registros del payaso, los genéricos de cada persona y el análisis del juego y dramaturgia. También es una oportunidad para celebrar la poesía y el simbolismo de los grandes momentos experimentados por el payaso e identificar los principales mitos que pueden dar sentido a la vida humana.
Artículo 8: darle tiempo al tiempo
El facilitador tiene el tiempo necesario para el nacimiento y desarrollo de los payasos. La construcción de un carácter que no se basa en un proceso programado de antemano o desde el host, y el actor sacará su payaso gradualmente. El papel del facilitador es ayudar a la persona a identificar los registros del personaje, a sentir lo que está sucediendo en ella y para anclar emocional y físicamente aspectos positivos surgieron, sin empobrecer el carácter por medio de definiciones simples. Hay pruebas y errores, descubrimientos repentinos y períodos vacíos. El juego de la expresión teatral contribuye a definir mejor el carácter. Sólo después del trabajo, basta con que las dudas acerca de la existencia del carácter e informar de herramientas necesarias para que el actor pueda identificarse mejor y desarrollarse
Artículo 6: lectura escénica.
Hay que resaltar la importancia de la etapa de lectura. Sin embargo, es segunda (no secundaria). Este objetivo técnico no es empujar al jugador a pasar antes de que la autenticidad de lo que expresa.
El facilitador debe asegurarse de que no proporciona asesoramiento y orientación técnica y observar sus efectos.
Artículo 7: El observador.
El facilitador no dirige el juego del actor, sino que lo acompaña. Es la expresión del actor la que da vida a su payaso. En la improvisación, el único proyecto del docente es ayudar a las personas a descubrir su payaso. Es el actor el que tiene las llaves del juego y el profesor estraá allí para ayudarle a descubrir. La intervención del facilitador en el curso tendrá una actitud de escucha y observación benevolente, en silencio, informando, preguntando y dando instrucciones. Se garantiza un equilibrio entre estos diferentes registros. En cualquier caso, él sabe que nunca la frase se desprende de la mera exhortación. La clave está en crear las condiciones necesarias para la aparición del término en un clima de confianza y respeto. El facilitador anima a los jugadores a una actitud reflexiva hacia su trabajo, lo que implica momentos de discurso: los "retornos". Estos momentos no se centran en una evaluación y no son para prestar asesoramiento técnico. El "retorno" es, esencialmente, para aclarar lo que ha sido para el actor o actores, desde la identificación de imágenes, sensaciones, emociones, deseos, límites, prohibiciones y defensas experimentado durante el juego Sobre esta base, el anfitrión se encarga de informarse, haciendo preguntas, antes de dar su opinión. El "retorno" gira en torno a la identificación de los registros del payaso, los genéricos de cada persona y el análisis del juego y dramaturgia. También es una oportunidad para celebrar la poesía y el simbolismo de los grandes momentos experimentados por el payaso e identificar los principales mitos que pueden dar sentido a la vida humana.
Artículo 8: darle tiempo al tiempo
El facilitador tiene el tiempo necesario para el nacimiento y desarrollo de los payasos. La construcción de un carácter que no se basa en un proceso programado de antemano o desde el host, y el actor sacará su payaso gradualmente. El papel del facilitador es ayudar a la persona a identificar los registros del personaje, a sentir lo que está sucediendo en ella y para anclar emocional y físicamente aspectos positivos surgieron, sin empobrecer el carácter por medio de definiciones simples. Hay pruebas y errores, descubrimientos repentinos y períodos vacíos. El juego de la expresión teatral contribuye a definir mejor el carácter. Sólo después del trabajo, basta con que las dudas acerca de la existencia del carácter e informar de herramientas necesarias para que el actor pueda identificarse mejor y desarrollarse
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Título III: Trabajo de Ética
Título III: Trabajo de Ética
La ética se basa en una ética compartida por otras profesiones (médicos, psico-terapeutas, entrenadores).
Artículo 9: compromiso con usted mismo
El facilitador es modesto y claro: es "suficientemente bueno". Él cree que en su trabajo y debe dar una opinón lúcida sobre la naturaleza de la relación que se establece entre él y sus alumnos. Él es consciente de que está en el trabajo de transferencia de los fenómenos, los contras de la transferencia, proyección e identificación. En particular, se mantiene una distancia con respecto a sus reacciones personales en el juego y el otro trató de alcanzar un objetivo, mediante el uso de la referencia teatral. Se puede proteger contra el riesgo de hacer otro "clon de payaso". Se asegura de evaluar continuamente la calidad de su trabajo. La "satisfacción" de los alumnos no puede ser el único indicador. La evaluación es una auto-evaluación auto-indulgente, por la co-facilitación, a través del análisis de la práctica (co-tutela o de la visión). En este sentido, la relación profesional con los compañeros es esencial. Mantener una activa red es un apoyo valioso con la calidad del trabajo. Por último, se asegura de una forma continua, trabajar en la animación del payaso y con las disciplinas relacionadas con la expresión artística y las personas acompañantes.
Artículo 10: Los depósitos de los alumnos
Hacia los alumnos, el facilitador se compromete a crear las condiciones para su seguridad física y psicológica, y es garante de la virtud del mismo reglamento: evita el "acting out" en el sentido amplio (lanzamientos de juegos) y no ir más allá de sus competencias (en disciplinas relacionadas con la expresión) que garantice que cada uno tiene su tiempo de trabajo y se asegurará de que cualquier desviación de la banda en libertad condicional es muy rara creanedo un espacio para la palabra en el transcurso de la pasantía (normas) y si es necesario en privado, antes, durante y después del entrenamiento, que se encarga de respetar la confidencialidad de lo que los estudiantes son guiados a decir en privado, y sobre las cuestiones íntimas que el juego en la obra de teatro y sobre el que prohibió la práctica de interpretar de una manerasalvaje. El facilitador es el garante de la estructura general del curso, a través del cual la auto-expresión y la confianza son posibles. Esto requiere el desarrollo y la aceptación de la disciplina colectiva: cada hora, no teatral entorno y el cumplimiento terapéutico de la actuación y las reglas de la vida del grupo, en cuanto a la situación de los protagonistas, el anfitrión es un "maestro". Envía una orden y la disciplina, no en el sentido de pertenencia a un proceso sostenible en el que los alumnos serían alumnos cautivos. Del mismo modo, los estudiantes son "clientes" porque pagan las tasas del curso. Éste, es una persona, no una mercancía como cualquier otra. El facilitador y los estudiantes están mutuamente comprometidos en un contrato, formalizado a través de una entrada en un ciclo por un período determinado. El facilitador es el garante del contrato.
Artículo 11: compromiso con la institución
Además, el facilitador y el becario, siempre hay una institución, que es parte de la animación de intervención. Es un lugar intermedio entre la individualidad de la persona y la sociedad. Ella es el tercer lugar entre el facilitador y el participante que se contraerá puntual y de forma efímera a la institución. En caso de que el contrato es puntual, se negocian de antemano entre el huésped y sus alumnos. En el caso de que se derive de un control institucional, las prácticas se negocian de antemano entre el host y la institución patrocinadora. Una vez que el marco se establezca, aunque sea por un breve periodo de tiempo, el facilitador respeta las normas establecidas, salvo en los casos de fuerza mayor, evaluada en la conciencia. Se gestionan posibles conflictos de interés en la reserva, con la transparencia y la conciencia.
Artículo 12: El compromiso con sus colegas
Se consideran "colegas", todas aquellas personas que llevan cursos de expresión. Ellos reconocen la legitimidad de la competencia, en la medida en que se realiza en las bases precisas, claras y transparentes. Un beneficio igual al precio de la animación deben ser comparables. Todo el mundo deberá ser capaz de estar basado en su nivel, en conciencia, sin exageración, ni devaluar. Este principio no puede ser una excusa para "bajar los precios". En términos de gestión, también se asegurará de "comparar lo que es comparable": hay desigualdades de cargas para diferentes tipos de instituciones (sociales, administrativos, etc.), Pero esta realidad no debe ser una excusa para establecer precios injustos, de una manera u otra. Esta búsqueda de la equidad sólo es posible en la transparencia de las comisiones. Por último, nos aseguraremos de que la competencia no es salvaje. Para esto, debe ser regulada por redes. Sin ser capaz de definir la propiedad en los territorios o instituciones, existen unos límites razonables. En cualquier caso, es conveniente que los facilitadores se informen de sus proyectos y resolver sus diferencias amistosas siempre que sea posible.
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