¿Naciste en Necochea?
- No, soy nacido en Lomas de Zamora. Mi papá y mi abuela paterna son necochenses y mi abuelo materno es quequenense y veraneé toda mi infancia en Quequén hasta los 20 años. Y en esta misma esquina vi al payaso Chacovachi, en el ´88, ´89, un referente del payaso callejero.
¿Desde cuándo sos payaso?
– Waw… que momento… te cuento… estoy tratando de escribir un libro que se llama “Todos nacemos payasos” porque no creo que haya habido un momento en el que dije “ahora soy payaso”, sino que empecé a hacer talleres y a actuar, y me di cuenta que como payaso encontraba una manera de expresarme que me identificaba. Al mismo tiempo, empecé a reconocer al payaso en el tío ese que siempre hace chistes, en el cura que a veces en la misa le sale alguno y me dije “claro, lo que hace el payaso es encontrar una comicidad en algunos momentos”. Hace doce años que trabajo como payaso, antes no me reconocía como payaso.
¿Y empezaste en este mismo lugar? (83 y 4 bis)
-Si, hace doce años que trabajo en esta misma esquina. Chicos que tenían 8 años cuando arranqué, ahora tienen 20!
¿Cómo empezó todo?
-Mi trabajo empezó viajando de mochilero. Cuando estudiaba Ingeniaría Química me robaron todo en Perú. Estaba en el Amazonas, viajando con un clown venezolano que hacía malabares, andaba en monociclo, hacía reír a la gente y que hacía mucho que venía viajando. Y yo venía con los pesos justos. Un día, cuando no tenía más plata, me dijo: “Vení que te voy a llevar a mostrarte lo que hago”, fue con las clavas, hizo malabares y me pagó el hotel y la comida. Ahí le pregunte “che, eso que vos haces, lo podré hacer yo?” , y me respondió “obvio!”. Eso fue en el 2001. Y ahí empecé a ir a semáforos y en el 2004 hice mi primera temporada acá en esta esquina.
¿Podrías decir que Chacovachi es tu referente personal?
-De muchos… aunque como payaso quizás no. Él fue uno de los primeros que vivió de hacer arte en la calle, porque en el `86 con el fin de la dictadura, salieron muchos grupos a hacer teatro callejero, pero que tenían otro oficio porque era imposible vivir de la gorra. Era como aprovechar la primavera esa donde ya se podía volver a decir cosas, y el salió y dijo: “yo quiero vivir de esto, quiero vivir de estar en la plaza”. En ese sentido sí es un referente.
¿Te acordás de la primera vez que te enfrentaste a un público en la plaza?
-Si, de la primera, la segunda, la tercera, hasta la función 30. Fueron terribles, porque me encontré con muchas cosas que después estudiando me di cuenta de que eran normales. Me paso que prepare un show que era más teatral y la calle está llena de cosas que distraen a la gente, en un teatro están a oscuras y vos estas iluminado. Me di cuenta de que en la calle el show tiene que poder entenderse en todo momento, la gente que llega tiene que entender lo que está pasando, tiene que atraparse, se tiene que quedar.
Tus primeras presentaciones ¿fueron como payaso o como actor teatral?
Hacia un personaje como el de ahora, con otro maquillaje. Era bien Chaplinesco. Ése es mi referente indiscutido, mi maquillaje es un homenaje a Chaplin, no es una copia. El que conoce a Chaplin lo reconoce y los chicos, que la mayoría no tienen ni idea de quien era, cuando ven Chaplin dicen “mirá… se parece a Abelardo”.
¿Qué estudiaste?
Estudié Ingeniería Química, hasta el 2003 y después cuando empecé hice un curso de circo en el grupo Catalina Sur de la Boca, ahí estuve 6 años. Hice Clown con Chame Buen Día, con Walter Velázquez, con Mauro Icurba que son referentes del under cómico. Hice Gimnasia Artística, en la Escuela Argentina de Gimnasia. Llegué a hacer funciones con la gente de Match de improvisación en calle Corrientes, con la LPI (Liga Profesional de Improvisación). Comicidad en Nobles Bestias, en Temperley. Varieté Teatro de Humor y Musical con Leandro Rosati de Medio Mundo Varieté, otro monstruo del under, son gente que no son famosas pero hacen unos trabajos increíbles y dan unos talleres increíbles. Hice Títeres con Sergio Mercurio y estuve en la Escuela de Circo Criollo. También estudié la pedagogía que aplica la gente que maneja grupos en las colonias de vacaciones. Muchos de los códigos son los mismos que los que manejamos en la plaza, porque hay que mantener la atención de 50 niños.
¿Seguís formándote hoy en día?
Si… mi formación ahora es “in situ”. Como pasó con el Abelardo Gorra System, que empiezó como una prueba. Yo pruebo en escena. Igual siempre que hay un curso o algo voy y me anoto, sigo leyendo todo lo que encuentro acerca de teatro, humor, circo, títeres y comedia. La cuestión de circo la practico en casa.
En las convenciones de circo, que son 4 o 5 días de acampada en un lugar específico donde va solo gente de circo, títeres, teatro y acrobacia, se aprende mucho. En Argentina hay varias, está la que organiza Chacovachi a la cual van más de mil personas. Arrancan a las 9 de la mañana con talleres de lo que se te ocurra, a toda hora hay talleres de mimo, acrobacia en tela, acrobacia de grupo, solo, pases con malabares, trapecio, trapecio de vuelo, clown, comedia física, maquillaje y a la noche de repente hay tres espectáculos donde hay 15 artistas por espectáculo, de los mejores.
¿Estás organizando un festival de circo?
Si, con Oscar Scioscia, vamos por la 5ta. edición, el primero fue en 2011. Este festival dura 5 días y se va a realizar en semana santa, del 2 al 5 de Abril. La inauguración va a ser el jueves en la plaza 3 de Agosto de Quequén, al mismo tiempo hay función en el playón del casino y después, jueves, viernes, sábado y domingo hay funciones de todos los artistas en el playón del casino a la gorra. Y el horario varía según el clima, arranca tipo 3 de la tarde pero si hace mucho calor se estira un poco. Después hacemos una gala en el Teatro Paris donde se cobra una entrada y actúan todos los artistas que participan del festival y algunos que vienen exclusivamente a actuar en la gala. Este año vienen los hermanos Videla de la Escuela de Circo Criollo, que son también un referente, porque antes vos veías un show y si te interesaba hacer algo y te acercabas después de la función a hablar con el trapecista o con el malabarista te hacían creer que eran especiales, que venía de familia y que a vos no te iba a salir.Los hermanos Videla sabían de artistas de circo en Europa que estaban dando clases y armaron la primer escuela de circo de Latinoamérica en el año ’82 y ya llevan más de 30 años de formación de artistas. Hoy en toda la costa argentina debe haber por lo menos trescientos grupos que se van a presentar a la gorra, y todos tienen que ver con los hermanos Videla. Por primera vez vamos a tener un grupo internacional, que viene de Uruguay, Clap Clap Circo que son unos monstruos. Y a Jesús Hernán que es uno de los equilibristas de manos más importantes que tiene el mundo y es argentino. Y todo lo hacemos a pulmón, les pagamos a los artistas de nuestro bolsillo, hacemos los afiches, etc. Es importante decir que recibimos ayuda de Hernan´s, El Veredón, Michelle y alojamiento en el hotel D&D y en el Raimondi, les agradecemos a todos.
Durante el año ¿vivís de esto también?
Sí. Lamentablemente, puedo decir que soy uno de los pocos actores necochenses (soy payaso, pero principalmente soy actor) que vive exclusivamente de actuar. Digo lamentablemente, porque me gustaría tener más colegas con los cuales compartir la experiencia de vivir exclusivamente de actuar. Sé que otros, dan clases en una escuela o trabajan en un taller y eso es lo que les da de comer. Yo vivo exclusivamente de actuar, la temporada me rinde muy bien económicamente y además saco muchísimos contactos, durante el año hago por lo menos 10 funciones por mes, gracias a contactos que hago acá en la plaza. Después hago festivales, trabajar en Brasil dos semanas es como trabajar seis meses acá. Entonces nunca tuve que buscar otra alternativa. Las veces que di taller fueron porque quería darlos, nunca gane plata dando talleres.
Contános sobre la banda Chorizo Bombón… cuál es tu papel allí?
Yo toco el acordeón y canto… va intento. Desafino mucho, pero la idea es que la gente baile. Hacemos versiones nuestras de cumbia, algunas cosas que no son cumbia y las hacemos cumbia, y después tenemos cuatro temas que escribí yo y salieron muy bien. Somos cuatro y nos fusionamos muy bien: Santi Borletto en la batería, Claudio Wilson en el bajo y el Negro Almirón en coros, bongó y percusión. Logramos lo que queremos, que la gente baile. Pero lo que me paso como músico es encontrarte con que muy poca gente valora el trabajo del músico.
¿A donde te ha llevado tu profesión?
He recorrido toda Sudamérica, varias veces por suerte. Muchos de mis colegas hacen temporada en Europa, pero desde el 2001 que hice mi primer viaje por Sudamérica, me parece tan fascinante, tan infinita… Por suerte conocí muchos lugares que jamás me hubiera imaginado. A Ecuador fui como cinco veces, soy un enamorado de esas playas.
¿Cuáles pensás que serían las condiciones para ser payaso?
Depende qué tipo de payaso, para mi básicamente es perder el miedo al ridículo propio. Porque en la escuela, uno levantaba la mano y decía una tontería, todos se te reían y vos te quedabas ahí como un sonso. El chavo, es un tipo que explotaba eso. La clave es esa, ¿para qué querés ser payaso? Para hacer reír. Reír hace bien, libera endorfinas, cura, es algo que a la gente le gusta hacer, se ve en las funciones todas las noches. A la vez es difícil generar la risa, tiene mucho de social, o sea cuando hay poca gente en los shows, es muy difícil. Cuando hay muchas personas se contagian, se ríen entre ellos, por eso es más difícil hacer shows con poca gente.
Contános sobre la Escuelita de Circo…
Si, este año vamos a empezar con la Escuelita de Circo más Popular, donde vamos a tratar de dar un lugar de contención para el que quiera aprender a hacer reír o lo que sea que tenga que ver con el circo, y que pueda hacerlo parte de su vida. El Festival y la Escuelita son el lugar que yo les ofrezco, y que la peleo. Cuando empecé di talleres hasta el 2010, en Lomas daba en una villa, cuando iba a Misiones daba talleres en un galpón de trabajo comunitario y ahora siento que de vuelta quiero compartir lo que yo pude aprender. Acá en Neco quizá hace falta un lugar donde los adultos también puedan aprender. Así que el mensaje es este “si hay alguien que cree que pude llegar a hacer reír, a hacer malabares, a subirse a un trapecio, que nos busque porque le vamos a dar la contención para que en una de esas pueda llegar a vivir de eso, le vamos a dar un oficio”.
Además, no hace falta ir a Bs. As. para ver que hay chicos con distintas problemáticas, entonces que haya cada vez más lugares donde los chicos puedan estar y pasar su tiempo es muy importante…
Si si, claro, siempre di los talleres para ayudar a salir de la calle, para actuar, en un lugar cerrado o abierto. Pero para presentarse también, es decir, esta bueno aprender una destreza pero también presentarla, enmarcarla en un acto real. Los esperamos!
Gracias Abelardo!!