Leo Bassi the best of
Teatro Alfil
Madrid
16 Nov a 16 Dic
Como él mismo afirma, "He querido hacer algo para mi propio placer, juntando en una misma obra los momentos que más me han gustado de la suma de mis espectáculos. A menudo al cómico le sucede que cuando estrena una nueva obra, uno siente tristeza en abandonar los textos antiguos que son como viejos amigos. Aquí, finalmente, voy a reunirme con los más queridos. Qué alegría."
Noventa minutos antológicos del heredero de una estirpe de payasos que hizo de la risa un arma pacífica para el cambio. Que tiemblen la banca, las religiones, la derecha y los poderes establecidos porque Bassi va asacar sus pinturas de guerra.
Version corta del documental "Torquemada y el Bufón" que saldra con el dvd del espectaculo "La Revelacion".
Editorial de Leo Bassi
Las censuras que nos amenazan
Hace pocas semanas, los organizadores de mi gira teatral en Galicia, Cultura Activa, me llamaron para anunciarme que la actuación prevista en el Teatro Principal de Santiago había sido cancelada por orden del Ayuntamiento. Esta noticia me dejó sin palabras por ser tan injustificada como arbitraria, con el agravante de que mi obra no tenía ninguna subvención pública visto que yo era pagado con un porcentaje de la taquilla. Quiero subrayar el hecho que me gusta este modo de remuneración porque así no dependo de apoyos políticos ninguno dejándome total libertad de expresión.
Por si hubiera alguna duda sobre quién ordenó la censura, unos días después el Alcalde Popular, el señor Conde Roa hizo unas declaraciones diciendo que para él «Leo Bassi era especialmente repugnante [sic]».
Las razones de juicio tal son bastante claras y tienen que ver con el enfrentamiento que la Iglesia Católica me ha profesado desde el momento en que empecé a defender posiciones humanistas y laicas en mis espectáculos. Hay que precisar que el Alcalde ha estado estrechamente relacionado con el Opus Dei.
Este caso de censura directa y sin matices, con las entradas ya a la venta y posterior devolución generó un debate en la prensa y se hablo de una agresión a la libertad de expresión obvio, pero me hubiera gustado leer más comentarios sobre la agresión a la libertad de ver y escuchar . Y es que el daño mayor que se produce en una censura es la vulneración del derecho legal del público a hacer lo que quiera con su vida y ocio, impidiéndole enriquecer sus conocimientos con otros puntos de vista. Es tratado como si fuera un niño o un discapacitado no apto para ejercer su propio juicio.
Hace ya siglos que sabemos todo eso y el concepto de la libertad de expresión es uno de los pilares del patrimonio intelectual sobre el que la democracia se basa, algo que el Partido Popular en Galicia parece ignorar.
Pero quiero ir más lejos.
Hoy hay otras formas más sofisticadas de censura que atentan al derecho democrático de la libre circulación de las ideas.
Un ejemplo es que con la concentración de los medios de comunicación en manos de unos pocos grandes grupos comerciales, es fácil boicotear a los creadores que no siguen la línea decidida.
¿Alguien se atreve a poner en duda la legitimidad del orden existente? Ningún problema en ser libre de decir lo que se quiera, pero su punto de vista será del todo ignorado por la prensa y no tendrá ninguna audiencia.
Esta censura ha sido la más eficaz de las ultimas décadas, pero con Internet y las redes sociales el monopolio de la distribución de la información es mucho menos eficaz. La publicación inmediata de las opiniones de cualquier persona en la red ha cambiado radicalmente la relación de fuerza entre los creadores y los que controlan el acceso al información, pero aún estamos muy lejos de una profunda revolución social.
Soy consciente de que esta duda que tengo sobre el verdadero impacto político de las redes va en sentido contrario al consenso general, sin embargo pido al lector el tener en cuenta los siguientes ejemplos:
He seguido desde el principio el portal Wikileaks, leyendo a diario todo lo que podía de sus publicaciones sobre Irak, Afghanistan y ahora los correos íntimos de la Stratford, (la CIA privada ). Cada una de estas revelaciones (y son millones) hablan de hechos escalofriantes y de la perfidia de los que nos gobiernan, dibujando un cuadro moral tan devastador que me parecía imposible que el sistema pudiera perdurar.
Sin embargo, no ha pasado nada.
Basta ir a la calle y hablar con la gente para ver que todo esto ha tenido muy pocas repercusiones en la sociedad real. A pesar del uso extremamente hábil de las nuevas tecnologías demostrado por Julian Assange y Wikileaks, pioneros en la lucha por una nueva democracia; a pesar del gesto de auténticos héroes como Bradley Manning arriesgando su vida en nombre de la verdad, a pesar de todo esto el mundo sigue igual y nadie de los criminales desvelados por esta labor han acabado en la cárcel. Todo lo contrario: a la vista está que son ellos, los que nos han informado, los que han acabado detenidos.
Y esto nos lleva al último nivel de la censura: Estar o no dentro la narrativa que la sociedad acepta como la suya. Este sentido profundo de un común destino, estos valores compartidos que determinan la razón de nuestra existencia. Pues bien, esta cosa tan esencial es mucho mas "maleable" de lo que parece y ha siempre sido el verdadero terreno donde se concentra la lucha por el poder.
Lo que ha cambiado en nuestra época es que el pequeño grupo de personas que desde arriba nos mandan tiene a su disposición las nuevas armas de la psicología, sociología y del marketing para reescribir, en su favor y por sus intereses, lo que es esencialmente el Bien y el Mal de nuestras existencias.
Así pueden a la vez, tanto hacernos aceptar que no hay nada más importante que la posesión de bienes materiales como pedir que uno se arrodille ante un Dios de la humildad y la pobreza. En nombre de la Paz, pueden declarar guerras injustas y matar a miles de personas persuadiendo a la mayoría del pueblo de que esto es de lo más justo. Pero si alguien se rebela y denuncia estas masacres, lo tachan de loco, de enemigo de la sociedad, incluso de "terrorista" y la gente "normal" lo acepta.
De esta manera no necesitan censurar porque han transformado el mundo en un penitenciario poblado de ciegos y de sordos incapaces de oír y de entender la voz de los que viven fuera de los muros.
Es un sistema perfectamente planificado y altamente estructurado que alterna el palo y la zanahoria. Por un lado el poder, la fuerza, los bancos, las cámaras de vigilancia y la Religión; por otro, la fascinación por el consumo, el encanto de la publicidad, la anestesia televisiva y el fútbol.
Los dueños del mundo no actúan solos. Tienen a su servicio hoy en día, no sólo a creativos vendidos y a artistas siervos, sino también a los mejores científicos utilizando técnicas vanguardistas para controlar las mentes. Se llaman publicistas y son las tropas de élite del régimen. Son ellos los que se encargan de mantener fresca la narrativa fundamental que mantiene al penitenciario pacificado y narcotizado.
En este panorama tan negro, ya imaginado por George Orwell en su obra 1984, hay siempre un rayo de luz esperanzador y se llama la naturaleza humana.
El poder funciona engañando los sentimientos de la gente común haciéndoles creer que no hay vida posible fuera del perímetro que ellos mismos controlan. Pero si se demuestra lo contrario, si se puede demostrar que uno puede ser feliz y vivir con fuerza incluso de una manera independiente, la mentira empieza a derrumbarse. Por eso la comicidad es tan importante y tan amenazadora para los que viven solo para controlar a los demás:
Saber reír y hacer reír es una prueba tangible de vitalidad que ninguna campaña publicitaria puede ignorar. Es difícil hacer pasar por loco a alguien que consigue hacer reír el pueblo.
Reírse del poder, de las falsas religiones, reírse también de los que se han vendido es una arma poderosa que deja desnudo al emperador.
Reír es contagioso y liberador. Es el antídoto perfecto contra todas las formas de censura, algo que los bufones siempre han atesorado y que ha sido la razón de ser de este gremio desde el alba de la Humanidad.
Vuelven buenos tiempos para los Bufones.
